Santa Criz de Eslava
Santa Criz de Eslava es, a día de hoy, la más monumental de las ciudades romanas conservadas en Navarra y, probablemente, una de las más impactantes del Norte peninsular.
Ubicada a apenas 40 minutos de Pamplona, en el corazón de la Navarra Media Oriental, en la Comarca de Sangüesa, el yacimiento, que conserva los restos del que fuera el foro y la necrópolis de la ciudad, ofrece una extraordinaria aproximación a la esfera pública de las ciudades romanas del ámbito vascón. En este sentido, su visita es un buen complemento a las de Andelo (Mendigorría), Cara (Santacara) o Los Bañales (Uncastillo), ésta ya en tierras zaragozanas. Santa Criz de Eslava, además, es un buen pretexto para descubrir otros restos romanos de notable valor en sus proximidades como la villa romana de Liédena o los edificios que quedan de la ciudad de los Iluberitani, en Lumbier.
El yacimiento fue descubierto en 1917 por el sacerdote Juan Castrillo y desde mediados de los años 90 ha sido objeto de excavaciones arqueológicas continuadas y lideradas por el equipo de Tx. Mateo, P. Sáez y R. Armendáriz. Actualmente, y gracias a un convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Eslava y la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, se organizan visitas guiadas para grupos y eventos varios que buscan devolver la vida a este verdadero reflejo de Roma en territorio vascón.