Santa Criz de Eslava
La ciudad prerromana

La ciudad prerromana

Debió ser en el año 195 a. C. cuando los ejércitos de Roma, que ya campaban entonces por el norte peninsular, entraron en contacto con un castro de tipo vascón ubicado en lo alto de un escarpado cerro hoy conocido como Santa Criz, a orillas del río Indusi y con un extraordinario dominio sobre la Val de Aibar y sobre el valle del río Aragón.

El castro, que duplicaría su extensión en época romana –momento en que alcanzó unas 13 hectáreas– contó con un recinto fortificado, en parte aprovechando los afloramientos rocosos de la parte oriental del cerro y en parte a partir de la construcción de una potente muralla de mampostería. La vecina presencia de la Fuente del Moro y del barranco de Pisaldea garantizarían el abastecimiento de agua mientras el valle del Aragón permitía las comunicaciones con el Pirineo y con el valle del Ebro.

Las inscripciones votivas y funerarias recuperadas en las vecinas localidades de Ujué y de Lerga –con alusión al dios Lacubegi y a los antropónimos Abisunharis y Narhungesi– permiten pensar en una población vascónica para el citado castro aunque en los últimos años la investigación ha puesto de manifiesto la general diversidad que, en lo lingüístico, étnico y cultural, caracterizó a los Vascones antiguos, tributarios desde época de Augusto de la capital conventual, Caesar Augusta.

Inscripciones votivas

Se desconoce con exactitud el nombre de la ciudad bautizada desde antaño con el enigmático hagiotopónimo de Santa Criz. Se ha planteado que pudiera ser Nemanturista o Biturís, ambas citadas por Ptolomeo entre las póleis atribuidas a los Vascones entrado ya el siglo II d. C. Ambas hipótesis, lamentablemente, no pueden aun refrendarse.